Curiosidades del mundo del Gladiador

Cómic de Gladiadores

Como en todas las profesiones modernas y antiguas, los gladiadores no estaban exentos de decenas de curiosidades, mitos o caprichos de los "jefes" (o dueños en este caso). 

Voy a dedicar esta entrada a estas curiosidades en la vida de los más fieros guerreros de la antigüedad, sin opinión, tal cual se registraron en su momento.

Curiosidades sexuales:

 

- Las mujeres y en especial las matronas pagaban sumas desorbitadas por pasar la noche con un gladiador o atleta musculoso, e incluso algunas ponían como condición que no se lavaran después de la lucha o la competición.

Gladiador

- Los gladiadores, aquellos fornidos varones que amenizaban los espectáculos de los romanos en los circos del Imperio, tenían por costumbre perforar la cabeza de su pene. El motivo de tal perforación en el glande era colocar un pequeño aro que sujetara fuertemente el pene, de esta manera era más fácil empatarlo contra sus testículos para evitar lesiones. 

- Calígula admiraba al hermoso gladiador Próculo, que era famoso por el gran tamaño de sus testículos. Cuando el gladiador se casó, ejerció el derecho de pernada sobre su mujer y sobre él. Posteriormente lo ejecutó y conservó sus testículos.

- Cuentan las crónicas que la noche antes del combate los gladiadores acudían a orgías ya que podía ser su última noche si la autoridad señalaba con su dedo pulgar la yugular.

Curiosidades de salud:

- Celso, en un tratado médico, decía que si un epiléptico bebía sangre caliente de un gladiador recién muerto, este se curaría.

Cebada

-Los gladiadores tenían una dieta vegetariana alta en proteínas, ya que se alimentaban básicamente de cebada y otras legumbres. De esta forma conseguían engordar y tener una gran masa muscular, escudo natural que les protegía contra heridas profundas producidas durante los combates.

- Esta dieta es espartana, pero confería a los gladiadores una gran cantidad de energía, generando a la vez un importante sobrepeso.

- La noche antes del combate se les daba una espléndida cena junto con las autoridades, amenizada con bailes y toda clase de placeres, era el único instante en que podían saltarse su exclusiva dieta, ya que podría ser esa la última noche de sus vidas. 

Espartaco y su medicus

-Solían tener numerosas fracturas y heridas en los combates pero según los restos óseos que se han estudiado, presentaban buenas recuperaciones, ya que al conseguirse mucho dinero con su comercio, los mejores médicos les trataban sus lesiones. También recibían masajes y baños, como parte de su cuidado.

Curiosidades de combate:

El emperador Cómodo en la arena

- Algunos emperadores realmente aparecían en el la arena , como Caligula y Commodus (se afirma que este último se atribuyó más de 700 victorias que le proporcionaron una fortuna).

- Muchos gladiadores dejaban testamentos y disposiciones, para que en caso de muerte, sus familiares o conocidos pudieran beneficiarse de sus pertenencias.

-Sus elementos de entrenamiento eran armas de madera con sobrepeso que contribuían a fortalecer los músculos.

- Su origen se encuentra en Etruria, con los busturaii donde se realizaban luchas rituales en honor de los guerreros caídos en combate (rituales funerarios).

- Algunos historiadores dicen que los gladiadores no eran fuerzas militares sino "profesionales" de los Juegos, y no cabe duda de que su habilidad con las armas y sus técnicas de adiestramiento sirvieron como modelo para las legiones romanas.

- También se utilizó a los cristianos, pero no por ser cristianos, pues en Roma había libertad de culto, tal es así que llegó incluso a existir una legión formada exclusivamente por cristianos llamada la "legión tonante". El motivo fundamental es que algunos cristianos sublevaban a las clases bajas y a los esclavos, alterando el orden público, y por tanto eran detenidos como delincuentes.

Publius Ostorius

- Un gladiador famoso podía cobrar por un combate hasta mil piezas de oro. Un caso extraordinario fue el del gladiador Publius Ostorius de Pompeya, hombre libre que combatió y venció en 51 combates.

Y muchas más. Era un mundo curioso el suyo, pero también sorprendente, emocionante y extraordinario, sobre todo para los que tuvieron la ocasión de visitar la espectacular ciudad de Roma en su esplendor y apogeo.